domingo, 9 de septiembre de 2007

La bandera de La Concha

Regatas de La Concha desde el Aquarium (Fotografía de www.diariovasco.com)

Hasta el siglo XVIII el bacalao era uno de los productos básicos en la dieta de los vascos, al igual que muchos otros europeos. Era un pez muy abundate en el cantábrico, el que mejor se conservaba en salazón y muchos los días que la iglesía imponía la abstinencia de la carne. Los pescadores iban a cualquier sitio con tal de capturarlo, y poco después del descubrimiento de América, ya faenaban en las costas de Canadá.

Pero con la llegada del siglo XVIII, llegaron también los Borbones, con la Guerra de Sucesión y el Tratado de Utrecht. Con este tratado España no sólo perdió Gibraltar, Menorca (que la recuperaría después), Sicilia, Napoles y los Paises Bajos, sino que además perdía el derecho a faenar en los caladeros de Terranova.

A los pescadores vascos, sin bacalao, no les quedó otra que recurrir a la tradicional pesca de la sardina. Las chalupas de la época eran de maniobra muy lenta, y se les escapaba los grandes bancos de peces con lo cual hacia falta una embarcación más agil, la trainera.

Así, hacia 1750, un pescador de Fuenterrabía (Hondarribia), diseñó un chalupa más rápida y agil que permitía capturar las sardinas con muchísima facilidad, en poco tiempo estas capturas habían aumentado tanto que hasta vendian el excedente en los puertos Lapurdi, y propiciaron la industrialización de la costa vasca, creando fábricas de escabeche, salazón y conservas.

Remeros sanjuandarras (Fotografía de www.diariovasco.com)

Las embarcaciones precisaban de individuos fuertes y resistentes capaces de mantener la boga, durante horas, hasta llegar a los caladeros y, una vez recogida la pesca, tornar a puerto, cargados y a toda marcha, para efectuar la subasta. Y con estas carreras para llegar al puerto, llegaron las regatas, las traineras se enfrentaban entre sí, en desafíos con dinero de por medio, para dirimir su superioridad.

Las regatas de La Concha fueron organizadas por primera vez en el año 1879 como un elemento más del programa de festejos veraniego de San Sebastian. El éxito de público que acudió aquel domingo de Septiembre a presenciar la victoria de la trainera "Avante" animó al Ayuntamiento donostiarra a incluir las regatas en los programas de los años siguientes. Con la excepción de algunos años de principio de siglo y durante la guerra civil las regatas han venido celebrándose ininterrumpidamente hasta nuestros días.

La Bandera de La Concha es la regata cumbre de toda la temporada de traineras. Todos y cada uno de los clubes que compiten en aguas del cantábrico aspiran, sueñan a hacerse con ella el segundo fin de semana de septiembre. Vale más que todos los triunfos y banderas conseguidas a lo largo del año.


Para saber más:

www.donostia.org
La revolución de la trainera, Ander Izaguirre

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