lunes, 21 de abril de 2008

El patrimonio rural de Irun registra más de 500 elementos

El inventario ha sido realizado por el fotógrafo y naturista José Riofrío y recoge bienes mineros, posiciones militares, mojones y fuentes.

MAITANE OLAIZOLA
IRUN. DV.

El alcalde de Irun, José Antonio Santano, presentó el Inventario del Patrimonio Rural de Irun, un trabajo que incluye un total de 522 elementos de interés repartidos por todo el término municipal. Lavaderos, embarcaderos, minas o garitas, acueductos, puentes y otros bienes rurales completan esta guía realizada por el fotógrafo y naturista José Riofrío Aizpurua a lo largo de seis meses.

Los principales datos de estos elementos aparecen recogidos en fichas, arrojando en su conjunto una interesante visión de lo que la actividad humana ha supuesto en la zona rural irunesa. Durante la presentación de este trabajo, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, explicaba que «más de la tres cuartas partes del municipio son zona rural y nuestro primer objetivo ha sido el de aproximarnos a este espacio». Esta investigación ha permitido «obtener una información más detallada de cuál es nuestro patrimonio rural a través de una serie de elementos que, con mayor o menor valor, poseen la condición de ser la huella del pasado», continuaba el primer edil. El segundo objetivo es «ponerlos en valor, darlos a conocer y dejar constancia de ellos», añadía.

El trabajo muestra modos de vida que, o bien están ya desaparecidos, como la minería, o son minoritarios, como los que giran en torno al trabajo del campo. Hace referencia, asimismo, a la vida vinculada a la marisma y a la presencia militar derivada de la posición fronteriza.

Carácter abierto

«El trabajo está entregado hace tres meses y supone una primera catalogación», explicaba el autor del estudio, José Riofrío, que ya realizó años atrás un trabajo sobre los caseríos de Irun. «Recoge la mayoría de los elementos existentes en el municipio, pero seguro que hay todavía algunos pequeños ocultos por la vegetación que irán apareciendo», añadía. Y es que una de las principales características de este estudio es su «carácter abierto. Se va a ir enriqueciendo en el futuro, ya que a medida de que vayan apareciendo nuevos puntos de interés, éstos se irán sumando a la guía», comentaba Santano.

El catálogo de bienes rurales, que se divide en seis apartados generales, está formado por una serie de fichas, cada una dedicada a un registro determinado. En ellas figura el topónimo del lugar que sirve de referencia al elemento, sus coordenadas geográficas exactas, una fotografía, una breve descripción y un plano de localización orientativa. Una base de datos y un mapa informatizado completan el trabajo.

Entre los registros detectados por Riofrío, la mayoría, un total de 124, corresponde al apartado de minería. Esta sección incluye bocaminas, catas o chimeneas de ventilación, así como varios conjuntos de hornos. Todo el área montañosa de Irun ha sido, prácticamente, coto minero en alguna época histórica, desde la parte baja del valle de Olaberría hasta la cumbre de Irumugarrieta, en Peñas de Aia. Las cuatro zonas más intensamente horadadas son Aitzondo-Minazuri, Mokozorrotz, San Narciso y la zona oriental de San Marcial.

Entre otros elementos de carácter militar, la guía registra varias líneas de trincheras de la guerra civil. Por otro lado, pone en relieve la extensa red fluvial (regatas) con la que cuenta la zona rural de Irun, equipada con quince puentes. El trabajo también recoge dos áreas de baño, otras tantas nasas salmoneras, cinco muelles de atraque, trece abrevaderos y veintinueve fuentes.

Valor pedagógico

En lo que respecta a los hornos de calcinación de caliza, utilizada antaño para tratar químicamente los terrenos de cultivo, hay veintitrés dispersos por toda la zona rural, aunque lo que queda en la actualidad son ruinas muy deterioradas. A excepción de uno, el horno situado en el caserío Erkastegi, todavía en condiciones de uso.

Entre otros datos de interés, el trabajo revela que en la zona alta del término municipal existen restos de las primeras captaciones de agua que se realizaron a finales del XIX y que supusieron una notable obra civil para la época, con la construcción de, por lo menos, cuatro acueductos para aproximar el agua a los depósitos que surtían a Irun.

El alcalde finalizaba la presentación señalando que el trabajo «tiene un gran valor pedagógico, ya que muestra muchos elementos de interés detectados en el ámbito rural irunés y desconocidos por la mayoría».


LOS DATOS:

Trabajo: "Inventario del Patrimonio Rural de Irun".
Autor: El fotógrafo y naturista José Riofrío Aizpurua.
Número total de elementos: 522.
Registros inventariados: Minería (124), posiciones militares (85), mojones (66), muros linderos (29), fuentes (29), hornos de cal (23), puentes (15), abrevaderos (13), áreas recreativas (11), garitas fronterizas (8), muelles de atraque (5), neveros (5), acueductos (4), nasas salmoneras (2), áreas de baño (2).


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